POR JULIO HERRERA
La antropología estudia la tecnología no solo como un conjunto de herramientas o dispositivos, sino como un fenómeno socioculturalmente incrustado en las prácticas, los valores y las relaciones de poder de una sociedad. Lejos de ver la tecnología como una fuerza autónoma y puramente racional, la antropología la aborda como un producto de la cultura humana y, a su vez, como una fuerza que modela la propia humanidad.
Enfoques Centrales de la Antropología de la Tecnología
La disciplina utiliza varios marcos analíticos para comprender la tecnología:
Tecnología como Práctica Social: La antropología rechaza el determinismo tecnológico (la idea de que la tecnología moldea inexorablemente la sociedad). En cambio, se centra en cómo las personas usan e interpretan las tecnologías. El foco se desplaza del artefacto en sí a las prácticas, los rituales y los significados que se construyen en torno a él (Pfaffenberger, 1992). Por ejemplo, un smartphone no es solo un dispositivo de comunicación; es una herramienta para construir identidad social, negociar estatus y mantener parentescos a distancia.
Antropología de la Ciencia y la Tecnología (STS): Esta subdisciplina examina cómo se crea el conocimiento científico y tecnológico en contextos sociales específicos. Analiza la "cultura de laboratorio", mostrando que la ciencia y la tecnología están influenciadas por intereses políticos, económicos y de género. Figuras como Bruno Latour (1993) han propuesto que los objetos tecnológicos son "actantes" o participantes activos en las redes sociales, desafiando la distinción tradicional entre lo humano y lo no-humano.
Tecnología y Poder/Inclusión: La antropología estudia cómo las tecnologías, desde la máquina de escribir hasta la inteligencia artificial, perpetúan o desafían las desigualdades sociales. Analiza la brecha digital y cómo el acceso o la falta de acceso a ciertas tecnologías refuerza la marginalización. Asimismo, examina cómo las tecnologías de vigilancia digital afectan la privacidad y la ciudadanía en diferentes contextos culturales (Escobar, 1994).
Etnografía de la Producción Tecnológica: Los antropólogos realizan etnografías en los lugares donde se crean y distribuyen las tecnologías (fábricas, start-ups, comunidades de hackers). Esto permite documentar las relaciones laborales, las jerarquías y las narrativas que dan forma al diseño y la funcionalidad de los artefactos.
El Estudio de Casos: Tecnología y Cosmologías
Un ejemplo clásico del enfoque antropológico es el estudio de cómo una nueva tecnología es integrada o rechazada por una cultura tradicional.
En muchas comunidades indígenas, la introducción de software o satélites de mapeo no es neutral; es filtrada a través de sus cosmologías y ontologías (su forma de entender el mundo, la naturaleza y la tierra). El estudio antropológico revela cómo estas herramientas pueden ser adoptadas para el mapeo territorial como forma de resistencia contra la explotación de recursos, o cómo son vistas con recelo por temor a alterar el equilibrio espiritual del entorno.
La antropología, por lo tanto, no se limita a describir el uso, sino a comprender la co-constitución mutua entre la tecnología y la cultura, ofreciendo una perspectiva humanista esencial para el diseño y la política tecnológica contemporánea.
Etnografía de la Tecnología: Más Allá del Artefacto
La etnografía de la tecnología es la aproximación central de la antropología para estudiar cómo las tecnologías se imbrican en la vida diaria de las personas, las comunidades y las culturas. Este enfoque se distancia de la visión ingenieril o puramente económica de la tecnología, enfocándose en las prácticas, los significados y las relaciones sociales que emergen del uso, la fabricación y la interpretación de los artefactos. No se pregunta qué hace la máquina, sino qué hacen las personas con la máquina y cómo esta redefine lo que significa ser humano en un contexto dado.
La Tecnología como Práctica Cultural Situada
El punto central de la etnografía tecnológica radica en el concepto de que la tecnología no es neutral ni universal; su significado y función son situados culturalmente.
Rechazo al Determinismo Tecnológico: El antropólogo Bryan Pfaffenberger (1992) argumentó que el estudio debe centrarse en la práctica en lugar del artefacto. Un mismo dispositivo, como un teléfono móvil, puede ser en una comunidad un medio para la subsistencia económica y en otra, una herramienta para la expresión de identidad o el mantenimiento de redes de parentesco. La etnografía revela cómo las personas "domesticamos" (Silverstone & Hirsch, 1992) y resignificamos las tecnologías de acuerdo con nuestras estructuras sociales preexistentes.
La Etnografía de la Cultura de Hackers: Los estudios etnográficos en los laboratorios de ciencia y las comunidades tecnológicas (como los hackers o los desarrolladores de software) demuestran que la creación tecnológica es un proceso social, lleno de política interna, negociaciones y valores culturales. Esto incluye cómo se toman decisiones de diseño, quién está incluido y excluido del proceso, y qué intereses se codifican en el software final (Suchman, 2007).
La Etnografía en la Antropología de la Ciencia y la Tecnología (STS)
La etnografía es el método primordial de la Antropología de la Ciencia y la Tecnología (STS, por sus siglas en inglés), que ha aportado perspectivas innovadoras sobre la relación entre humanos y objetos:
Actantes y Redes: El trabajo de Bruno Latour (1993), aunque es más filosófico, inspira la etnografía al proponer la Teoría del Actor-Red (ANT). La etnografía inspirada en ANT trata a los objetos tecnológicos (como un algoritmo, una vacuna o un muro de contención) como "actantes" que tienen la capacidad de influir en los resultados sociales, obligando al etnógrafo a rastrear las redes complejas de humanos y no-humanos.
Tecnologías y Cuerpos: La etnografía se ha centrado en cómo la tecnología reconfigura el cuerpo y la identidad. Por ejemplo, estudios etnográficos de cibercultura (Escobar, 1994) exploran cómo los espacios virtuales y las tecnologías de comunicación en línea construyen nuevas formas de identidad, comunidad y ciudadanía, muchas veces distanciadas de las fronteras físicas y nacionales.
Ejemplos Etnográficos de la Tecnología en el Campo
El valor de la etnografía se demuestra al contrastar la intención de un diseñador con la realidad del uso:
Tecnologías de Desarrollo en el Sur Global: Cuando se introducen tecnologías para el desarrollo (como tablets educativas o sistemas de riego automatizados) en comunidades rurales o indígenas, el etnógrafo observa cómo la tecnología es negociada o subvertida. En lugar de ser utilizada para la función prevista, el dispositivo puede ser adoptado para usos sociales imprevistos o simplemente rechazado porque entra en conflicto con las cosmologías locales o los sistemas de autoridad preestablecidos (Escobar, 1994).
Tecnologías de Vigilancia: La etnografía examina cómo las cámaras de vigilancia o el reconocimiento facial son experimentados por los ciudadanos. El etnógrafo no solo registra la ubicación de las cámaras, sino cómo los ciudadanos alteran su comportamiento, desarrollan nuevas formas de comunicación o utilizan la tecnología de forma subversiva para burlar la vigilancia (Suchman, 2007).
Así, la etnografía de la tecnología ofrece una comprensión profunda y matizada de que la tecnología es un espejo de la humanidad. Es un proceso continuo de observación participante y análisis detallado de cómo lo digital y lo material se entrelazan con la vida social.
Conceptos y Definiciones de Tecnología desde la Perspectiva Antropológica
Desde la perspectiva antropológica, la tecnología es mucho más que un conjunto de hardware o software; es un complejo sistema sociocultural que abarca no solo las herramientas y artefactos, sino también los conocimientos, las técnicas, las prácticas sociales y las estructuras de poder que dan forma a la vida humana. La antropología rechaza las definiciones puramente instrumentales o deterministas para situar la tecnología firmemente en el ámbito de la cultura.
Tecnología como Cultura Material y Práctica
La definición antropológica clásica y más amplia concibe la tecnología como parte de la cultura material.
Definición Amplia: La tecnología es cualquier medio o método inventado para lograr un fin práctico. Esto incluye desde un hacha de piedra, un sistema de irrigación agrícola, una red social digital o la técnica de hacer fuego. No se limita a la alta tecnología, sino que abarca todas las soluciones creativas a los desafíos de la existencia humana.
Énfasis en la Práctica (Techné): La tecnología no es solo el objeto (el artefacto), sino el conocimiento encarnado y la destreza (techné) necesaria para producirlo y usarlo. Un pescador que teje una red o un programador que escribe código son ejemplos de prácticas tecnológicas donde el conocimiento social es tan importante como el producto final. Marcel Mauss (1934), por ejemplo, estudió las "técnicas corporales" para mostrar que incluso las formas de caminar, sentarse o nadar son técnicas socialmente aprendidas y, por lo tanto, tecnologías.
Rechazo al Determinismo Tecnológico
Un concepto central en la antropología es la crítica al determinismo tecnológico, la idea de que la tecnología sigue un camino evolutivo inevitable y moldea unilateralmente la sociedad.
La Tecnología es Moldeada por la Cultura: La antropología, influenciada por la Antropología de la Ciencia y la Tecnología (STS), argumenta que las necesidades, valores, políticas y economías de una sociedad moldean la tecnología que se produce y cómo se usa. Un algoritmo de redes sociales, por ejemplo, no es neutral; su diseño refleja las prioridades comerciales y las estructuras de vigilancia de la sociedad en la que fue creado. Langdon Winner (1980) preguntó: "¿Tienen política los artefactos?", señalando que las estructuras tecnológicas a menudo contienen intenciones y consecuencias sociales inherentes. .
La Tecnología como Actante y Red Sociotécnica
Las perspectivas más contemporáneas, inspiradas en la Teoría del Actor-Red (ANT) de Bruno Latour (1993), ofrecen una definición radical: El Actante No-Humano- La tecnología no es un objeto pasivo. Se define como un "actante" o un participante activo que posee la capacidad de "hacer una diferencia" en una red de relaciones. Un algoritmo de crédito es un actante que decide quién tiene acceso al capital, o una puerta automática es un actante que impone normas de entrada.
Redes Sociotécnicas. La tecnología se entiende como un nudo en una red sociotécnica que fusiona lo humano (intenciones, leyes) y lo no-humano (materiales, códigos, dispositivos). Esta definición permite a los antropólogos estudiar cómo las interacciones entre personas, máquinas y normas legales dan lugar a resultados sociales.
Tecnología y la Construcción de la Identidad
La tecnología se define por su rol en la construcción de la subjetividad y la identidad.
Tecnologías de Sí: Siguiendo a Michel Foucault, algunos antropólogos estudian las "tecnologías de sí", es decir, las prácticas que las personas usan para darse forma, transformarse o gobernarse a sí mismas (por ejemplo, el uso de apps de fitness o diarios digitales).
Cibercultura y Nuevas Ontologías: La tecnología digital redefine lo que significa ser un cuerpo o una persona. Arturo Escobar (1994) examinó cómo el ciberespacio se convierte en un nuevo campo de acción política y cultural, desafiando las concepciones tradicionales de espacio y cuerpo.
La antropología define la tecnología como un conjunto de prácticas, conocimientos y artefactos inseparables de la cultura, que actúan como fuerzas dinámicas en la configuración de las relaciones de poder, las identidades y la propia existencia social.
La Tecnología a Través del Lente Antropológico: Desde el Paleolítico hasta la Cibercultura
La antropología ha estudiado la tecnología no como una mera sucesión de artefactos, sino como una fuerza constitutiva de la cultura y la organización social a lo largo de la historia humana. Este enfoque rechaza el determinismo tecnológico y, en cambio, subraya la interdependencia entre las herramientas, las prácticas y los sistemas de significado.
El Paleolítico y el Enfoque Estructural-Funcionalista
En las sociedades tempranas y las llamadas "simples," el estudio de la tecnología se centró en su función dentro de la estructura social y la economía de subsistencia.
Tecnología como Adaptación y Función: El enfoque estructural-funcionalista (asociado a figuras como A.R. Radcliffe-Brown) veía la tecnología (la fabricación de herramientas de piedra, la caza, la recolección) como un conjunto de prácticas adaptativas que aseguraban la supervivencia del grupo. La tecnología era esencialmente utilitaria, y su estudio se integraba con el análisis de los sistemas de parentesco y las instituciones políticas. Los utensilios de caza no eran solo objetos, sino elementos que definían roles sociales (quién caza, cómo se distribuye la carne).
La Lógica de lo Concreto (Lévi-Strauss): Claude Lévi-Strauss (1962), desde el estructuralismo, estudió la "ciencia de lo concreto" de las sociedades preliterarias, analizando cómo las "técnicas" (tecnología) y los "mitos" comparten una misma estructura lógica y clasificatoria. Los pueblos no solo usaban herramientas para cazar, sino que las técnicas de fabricación y uso se integraban en su cosmología, su pensamiento y su forma de clasificar el mundo natural. La tecnología era una manifestación observable de estructuras mentales subyacentes.
La Revolución Agrícola y la Tecnología como Relación de Poder
Con el surgimiento de la agricultura, los asentamientos permanentes y los Estados tempranos, el enfoque antropológico se desplazó hacia la organización social y la estratificación facilitada por las tecnologías.
Tecnología y Excedente: La tecnología de la agricultura (arado, sistemas de riego) permitió la creación de un excedente de alimentos. Los antropólogos y arqueólogos examinaron cómo este excedente fue gestionado, dando lugar a nuevas estructuras de poder, clases sociales y la necesidad de tecnologías administrativas (escritura, contabilidad) para la gestión del Estado (Childe, 1951). Aquí, la tecnología se convierte en un medio para la organización de la coerción y la centralización del poder.
La Era Industrial y la Tecnología como Identidad y Conflicto
Durante y después de la Revolución Industrial, la antropología (incluida la naciente Antropología Industrial) examinó las tecnologías de producción masiva en términos de sus efectos sociales y culturales directos.
Tecnología y Alienación: Se estudiaron las prácticas laborales en fábricas, analizando cómo el uso de maquinaria compleja y las nuevas tecnologías de organización del trabajo (taylorismo) transformaron las identidades, las habilidades y las relaciones de clase (Burawoy, 1979). La tecnología se analizó como un factor clave en la alienación del trabajador y la resistencia cultural.
Tecnología y Cultura Material: Los estudios se centraron en la cultura material del consumo, analizando cómo los nuevos artefactos (automóviles, electrodomésticos) se integraban en el hogar, redefiniendo los roles de género y la vida familiar (Silverstone & Hirsch, 1992). La tecnología no solo producía cosas, sino también identidades de clase y patrones de consumo.
La Cibercultura y la Antropología de la Ciencia y la Tecnología (STS)
La llegada de internet y la informática abrió el campo de la Cibercultura y consolidó el enfoque de la Antropología de la Ciencia y la Tecnología (STS).
Tecnología como Construcción Social: Se rechazó formalmente el determinismo tecnológico, postulando que la tecnología es socialmente construida. Antropólogos como Arturo Escobar (1994) examinaron cómo el ciberespacio y el software redefinen la geografía, la identidad, la ciudadanía y la política, creando nuevas "ontologías" (formas de ser).
Tecnología y Poder Algorítmico: Los estudios contemporáneos se centran en la etnografía de los algoritmos y las redes sociotécnicas. Inspirados en Bruno Latour (1993), se analiza el algoritmo no solo como código, sino como un "actante" que impone categorías sociales y políticas. La investigación se dirige a las implicaciones éticas y de poder de la Inteligencia Artificial (IA) y la vigilancia digital, mostrando cómo las tecnologías de la información se convierten en medios para el control social y la reorganización de las relaciones globales (Suchman, 2007).
La antropología ha evolucionado desde el estudio de la tecnología como simple herramienta adaptativa, hasta su comprensión como un sistema de significados, una estructura de poder y una red de interacción que fusiona lo humano y lo no-humano, esencial para comprender cualquier etapa de la historia de la humanidad.
Referencias
Burawoy, Michael. (1979). Manufacturing Consent: Changes in the Labor Process Under Monopoly Capitalism. University of Chicago Press.
Childe, V. Gordon. (1951). Man Makes Himself. Mentor Books.
Escobar, Arturo. (1994). Welcome to Cyberia: Notes on the Anthropology of Cyberculture. Current Anthropology, 35(3), 211-231.
Latour, Bruno. (1993). We Have Never Been Modern. Harvard University Press.
Lévi-Strauss, Claude. (1962). La Pensée Sauvage. Plon.
Mauss, Marcel. (1934). Les techniques du corps. Journal de Psychologie.
Pfaffenberger, Bryan. (1992). Fetishized Objects and Humanized Nature: Toward an Anthropology of Technology and Practice. Man (N.S.), 27(1), 23-42.
Radcliffe-Brown, A. R. (1952). Structure and Function in Primitive Society. Cohen & West.
Silverstone, Roger, & Hirsch, Eric (Eds.). (1992). Consuming Technologies: Media and Information in Domestic Spaces. Routledge.
Suchman, Lucy A. (2007). Human-Machine Reconfigurations: Plans and Situated Actions. Cambridge University Press.
Winner, Langdon. (1980). Do Artifacts Have Politics?. Daedalus, 109(1), 121-136.